El padre de la adolescente ha pagado una factura de 1.500 euros por el envío obsesivo de sms de su hija.
Los padres de una adolescente californiana de 13 años se quedaron perplejos cuando, al abrir la factura mensual del teléfono móvil de su hija descubrieron que ésta había enviado 14.528 mensajes de texto en un solo mes. Y no era una broma, como en principio pensó el padre de la menor, Greg Hardesty.
La factura, de 440 páginas, superaba los 2.000 dólares, unos 1.484 euros. "Primero me reí. Pensé esto es de locos, es imposible", cuenta el propio Hardesty en un blog del diario californiano Orange County Register. Hardesty cogió la calculadora para hacer cuentas y comprobar "si humanamente era posible". Según sus cálculos, a una media de 484 mensajes de texto al día, o uno cada dos minutos descontando las horas de sueño ¡Es posible!.
Entonces pensó que habría sido un error de la compañía de teléfono, quien confirmó la adicción de su hija, Reina, a enviar mensajes a todos sus amigos y conocidos. "Bien, la mayoría de mis amigos tienen una tarifa para mandar mensajes de forma ilimitada y les escribo casi todo el tiempo", se justificó la menor. Es tal su adicción que ahora sus padres han descubierto que incluso durante la fiesta de karaoke con la que celebró por su cumpleaños, mientras sus amigos estaban cantando, ella les estaba mandando textos al móvil.
Otra de las excusas que dio fue que el mes pasado, con las vacaciones de Navidad, "estaba aburrida". No parece que Reina haya tenido algún tipo de remordimiento o que intente enmendar su comportamiento, ya que la joven ha fanfarroneado con sus amigos -por supuesto, vía sms- sobre la desorbitada factura que tendrán que pagar sus padres.
Visto lo visto, sus padres han claudicado y han decidido hacerle un contrato de envío ilimitado de mensajes por 30 dólares, algo que les saldrá mucho más económico.
Según un estudio realizado por la compañía Nielsen que cita el diario, los adolescentes estadounidenses de entre 13 y 17 años envían una media de 1.742 mensajes al mes. Pero de tal palo, tal astilla. Hardesty, de 45 años, reconoce que suele enviar 900 mensajes al mes, 700 mensajes más de la media para su edad.
La pequeña, no obstante, será "castigada" donde más le duele. Sus padres le han prohibido que mande mensajes después de cenar. (FUENTE: CADENA SER)
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