Uno de los grandes momentos de Malta, fue el día que Santi nos dijo que le habían contado que había una tienda que vendía el Barceló a 11 euros. Nos fuimos a Sliema, y estuvimos dando vueltas cerca de una hora, hasta que encontramos la dichosa tienda... pero mereció la pena. El viaje de vuelta fue curioso. Hay un video que tengo pendiente de subir al youtube, el cuál refleja la esencia. Fue la primera vez que montamos en un autobus de Malta. Los autobuseros... corre la leyenda urbana que son ex-presidiarios, y no me extrañaria. La mayoría están locos.
Pero que gran descubrimiento, que recuerdos de esos botellones míticos hasta las mil en las rocas, sacando el hielo del hotel y terminando la noche en Diablo y Fuego, esos shooter maravillosos, .... una infinidad de cosas que espero que me ayudeis a contar y que yo siga recordando.
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