El templo de Horus en Edfu, ejemplo arquetípico de lo que debe ser un monumento religioso egipcio, no es más que una reconstrucción realizada en época ptolemaica por el faraón Ptolomeo III Evergetes (282-222 a. C.) sobre los cimientos del primitivo santuario del dios halcón Horus, hijo de Isis y Osiris. La fecha original de estos lugares de peregrinación primitivos, ya es algo que se escapa de nuestros conocimientos. No olvidemos que hasta aquí discurría la procesión del encuentro que partía del templo de la diosa Hathor en Dendera, desde el que la diosa salía en barca para cruzarse con su esposo Horus.
Edfu posee un edificio anexo, un mammisi -un templete de menor tamaño- levantado ante los pilonos de entrada al mismo. Sobre sus muros se describe detalladamente la concepción y el nacimiento del dios halcón. Una de las escenas más curiosas de todo el mammisi es aquélla en la que aparece el momento exacto en que Horus Niño viene al mundo. Ante la divinidad recién nacida se presentan cuatro figuras hieráticas que portan diferentes regalos. Cada uno de ellos es el delegado de una de las cuatro regiones más alejadas de Egipto y traen regalos preciosos: oro, incienso, mirra y un libro sagrado.
Esta historia, que a todos nos recuerda de forma sospechosa a los Reyes Magos de nuestra Epifanía del 6 de enero, no hace más que refrendar los estrechos lazos existentes entre los primeros balbuceos del cristianismo y las milenarias fuentes egipcias.
Fuente: Cadena Ser
2 comentarios:
ya sabes que la religión tapa todas las fiestas paganas con lo primero que se les ocurría... eramos más felices adorando al universo que a un señor con birrete
Hay un documental bastante bueno, que se llama "el origen de la navidad". Lo recomiendo.
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