Cinco años esperando este momento. Cinco años de sufrimiento, de vida inferior, de trabajar de sol a sol en una mierda de fábrica en Aspet. Cinco años desterrado, sin patria, sin familia. Ahora se aproxima el día.
¡Qué ganas de volver a mi España! Esa España de sueños, de libertad, republicana y sobretodo sin guerra. Pero para conseguir la paz hay que ganar.
Corria Octubre de 1944. El sargento Molpeceres escribia esto en su diario, mientras se preparaba para la invasión del Valle de Aran. Ni se imaginaba que la Internacional les daría la espalda, que el mismo Santiago Carrillo mandaría la retirada, que el pueblo, cansado de guerra, no se levantaría como esperaban y que todo ese sueño se esfumaría y se quedaría como una mera anecdota de como un pequeño grupo de locos quiso invadir la España franquista.
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